La clínica vasca ART, con sedes en Bilbao y Vitoria-Gasteiz, es la única de Euskadi (la segunda en toda España) que ha eliminado al 100% el riesgo de confusión de los embriones en los procesos de reproducción asistida. El centro ginecológico tiene implantado un sistema electrónico de seguridad por radiofrecuencia pionero en Europa, el IVF Witness, que utiliza tarjetas de identificación personal y microchips para garantizar la trazabilidad de las muestras biológicas (óvulos, espermatozoides y embriones) y eliminar así cualquier confusión en su identificación.
La posibilidad de una confusión en el laboratorio que suponga la transferencia del embrión, los óvulos o el semen de otra persona es precisamente una de las inquietudes de las pacientes que se someten a este tipo de tratamientos para lograr un embarazo. En ART cerca de 300 pacientes se han beneficiado de las garantías de este sistema.
La técnica Witness se utiliza ya en algunos países de nuestro entorno e incluso es obligatorio en el Reino Unido, donde en 2009 una mujer perdió la posibilidad de tener a su segundo hijo a través de técnicas de reproducción asistida al descubrir que su último embrión había sido transferido por error a otra paciente. En España, de momento, su uso no está extendido debido a su elevado coste de implantación.
Más reciente es el caso del hospital italiano Sandro Pertini en el que se transfirieron por error los embriones de una mujer en el útero de otra que dio a luz mellizos el pasado mes de agosto y cuya paternidad se disputan ahora en los tribunales los padres biológicos y los gestantes.
Este tipo de errores, aunque no son frecuentes, se producen porque los protocolos de seguridad dependen del buen hacer de cada clínica y en la medida en que se trata de una técnica médica llevada a cabo por personas existe la posibilidad de error.
El IVF Witness es un sistema de vanguardia que otorga un nivel extra de protección y subsana cualquier tipo de error humano. Cada paciente recibe una tarjeta electrónica con sus datos personales que introduce en un lector para comprobar su identidad cada vez que realiza una visita, ya sea durante la punción folicular (extracción de óvulos), su fecundación, su desarrollo embrionario o su transferencia embrionaria. El laboratorio, por su parte, cuenta con una serie de receptores electrónicos de radiofrecuencia que verifican los datos de cada muestra. En caso de que las muestras utilizadas no coincidan con las de la paciente que están en quirófano, el sistema Witness IVF emite una señal de alarma informando del error.
De esta manera los y las pacientes cuentan con total garantía durante todas las etapas del proceso de reproducción asistida. “Las mujeres que se someten a tratamiento para ser madres pueden estar seguras y tranquilas de que no habrá errores en la identificación ni cambios a lo largo del proceso”.